Fecha de publicación: Marzo de 2021
Número de páginas: 70
El informe señala que, en estos momentos caracterizados por una crisis sanitaria, garantizar un futuro saludable, seguro y próspero para los ciudadanos ha sido una obligación para los dirigentes municipales. Pero con los presupuestos municipales bajo presión, también ha sido su mayor reto. La COVID-19 ha servido como test de estrés para las ciudades, ya que se cerraron negocios y servicios y se tensó al límite el sistema sanitario. También ha puesto de manifiesto los puntos débiles de las infraestructuras digitales y su capacidad de resiliencia, ya que las diferentes disrupciones surgieron inesperadamente y sus efectos perdurarán a medio plazo. Al mismo tiempo, las ciudades se enfrentan a crecientes presiones para abordar vulnerabilidades relacionadas con la ciberseguridad y el cambio climático. Pero la pandemia también ha sido un catalizador del cambio. Está acelerando la dependencia de la tecnología, la innovación inteligente y el comercio electrónico, al tiempo que transforma los comportamientos y las expectativas de los ciudadanos y redefine el modo en que las personas trabajan y viven. También está poniendo de relieve el papel de la colaboración entre las empresas, los Gobiernos y el mundo académico para alcanzar objetivos sociales, medioambientales y económicos. En este contexto, el informe explora cómo 167 ciudades -con poblaciones y economías diversas- utilizan la innovación y la colaboración público-privada para impulsar sus resultados.