Fecha de publicación: Enero de 2021
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El informe señala que, en las respuestas inmediatas a la crisis de COVID-19, la ciencia y la innovación están desempeñando un papel esencial para proporcionar una mejor comprensión científica del virus, así como en el desarrollo de vacunas, tratamientos y diagnósticos. Tanto el sector público como el privado han invertido miles de millones de dólares en estos esfuerzos, acompañados de niveles de cooperación mundial sin precedentes. Sin embargo, se prevé que la crisis económica actual reducirá drásticamente los gastos en investigación e innovación de las empresas, mientras que los Gobiernos, abrumados por la deuda, se enfrentarán a múltiples demandas de apoyo financiero que competirán entre sí. Estos acontecimientos amenazan con causar daños a largo plazo a los sistemas de innovación, en un momento en que la ciencia y la innovación son más necesarias que nunca para hacer frente a la emergencia climática, cumplir los objetivos de desarrollo sostenible y acelerar la transformación digital. Los Gobiernos tendrán que adoptar medidas para proteger los sistemas de innovación como parte de sus planes de estímulo y recuperación, pero también deberían aprovechar la situación como oportunidad para las reformas. En particular, las políticas de ciencia, tecnología e innovación deberían orientarse a apoyar un programa más ambicioso de transformación de sistemas, que promueva una transición controlada hacia un futuro más sostenible, equitativo y resiliente.
