Fecha de publicación: Octubre de 2020
Número de páginas: 57
El informe señala que el trabajo a distancia se ha mostrado como el mecanismo más eficaz para asegurar el mantenimiento de la actividad durante la pandemia y reducir el riesgo de contagio en el ámbito profesional español. Por recomendación del propio Gobierno, fue adoptado de manera masiva por parte de las compañías cuya actividad podía realizarse en remoto y ha puesto a prueba a la sociedad. Sin embargo, el marco regulatorio en el que se desarrollaba esta actividad, con muy poca penetración hasta marzo de 2020, ha demostrado ser insuficiente. Es por ello por lo que el Ministerio de Trabajo y Economía Social español puso en marcha una iniciativa legislativa que establece los derechos y garantías de las personas que realizan trabajo a distancia, pero también las bases para que resulte un aliciente para empleados y empleadores, y que el máximo número de personas y organizaciones puedan beneficiarse de sus ventajas. Es esa regulación la que analiza el informe para arrojar luz sobre este fenómeno, su uso en España, el impacto que la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 ha tenido en su desarrollo y las posibilidades de mejora y crecimiento en el futuro inmediato. El análisis, se fija, además, en cómo funciona el trabajo a distancia en otros países del mundo y plantea, por último, una serie de mejoras para el desarrollo de la normativa aprobada en septiembre en España. Apuesta así por garantizar la sostenibilidad económica del modelo y la prestación del trabajo a distancia en un espacio de calidad; la igualdad de acceso basada en la alfabetización digital de los teletrabajadores; la puesta en marcha de un plan de transición de las pymes y micropymes, para su acompañamiento en el desarrollo de esta modalidad de trabajo, y el desarrollo del talento descentralizado y de nuevos liderazgos.