Fecha de publicación: Julio de 2017
El informe señala que el impacto en el mercado de trabajo de los avances tecnológicos asociados a la denominada cuarta revolución industrial está generando un amplio debate en la sociedad. En particular, por el grado de autonomía que las máquinas inteligentes pueden alcanzar en algunos entornos productivos y la exigencia de adaptación y complementariedad del factor humano. El centro del debate parece estar enfocado en la potencial destrucción de puestos de trabajo, pero a las nuevas oportunidades que este proceso promete generar en el futuro se le ha dedicado una atención comparativamente más modesta. De hecho, el progreso tecnológico puede elevar simultáneamente la riqueza y el número de empleos de la economía. Si se articulasen las políticas adecuadas para la adopción de las nuevas tecnologías y la incorporación de los valores y principios técnicos de la economía digital en las nuevas generaciones de trabajadores, el PIB per cápita podría elevarse desde los 24.000 euros actuales hasta los 33.000 euros en 2030. Ello gracias a un aumento medio anual de la productividad del trabajo del 1,3%. Según el informe, la economía española podría aumentar el número de empleados en más de dos millones de personas, en un contexto de transformación digital. Este aumento se descompondría en (i) un incremento de 3,2 millones de empleos adaptados a la digitalización, (ii) un aumento de 0,6 millones de los puestos de trabajo que requieren un alto componente “humano”, poco susceptibles de ser desplazados por máquinas inteligentes y (iii) la desaparición de 1,4 millones de empleos en aquellas ocupaciones fácilmente reemplazables por robots. En 2030, la tasa estructural de desempleo podría situarse en el entorno del 7%.