Fecha de publicación: Enero de 2016
El informe se centra en las preocupaciones, retos y oportunidades a los que se enfrentan los jóvenes profesionales (millennials) que trabajan, en cuanto al desarrollo de sus carreras y a la respuesta a la demanda de habilidades por parte de los empleadores actuales y futuros. Entre sus conclusiones destaca que se trata de una generación optimista y pragmática frente a la adversidad; que los millennials de los países emergentes son los que muestran más confianza en su preparación para el futuro; que en los mercados emergentes las habilidades tecnológicas ayudan a la confianza; que el apetito futuro por la tecnología se concentra entre los jóvenes que ya cuentan con muchas habilidades en este terreno; que en los mercados más avanzados la brecha de género en habilidades tecnológicas es mayor; que la educación está fracasando a la hora de preparar a muchos jóvenes para la vida laboral; que los jóvenes reconocen la importancia de habilidades como el trabajo en equipo o la comunicación efectiva; que los empleadores no suelen satisfacer las expectativas de formación de los empleadores; que el punto de vista empresarial sobre el futuro de las habilidades y del trabajo está muy alineado con el de los jóvenes; que los jóvenes prefieren carreras profesionales estables en empresas grandes y medianas; que las habilidades líquidas serán un prerrequisito para trabajar en el futuro; y que los jóvenes son muy conscientes de los cambios radicales que se presentan en el horizonte.