Fecha de publicación: Octubre de 2020
Número de páginas: 10
El informe señala que la industria agrícola se ha transformado radicalmente en los últimos 50 años. Los avances en la maquinaria han ampliado la escala, la velocidad y la productividad de los equipos agrícolas, lo que ha llevado a cultivos más eficientes en una mayor superficie de terreno. Las semillas, la irrigación y los fertilizantes también han mejorado enormemente, ayudando a los agricultores a aumentar su rendimiento. Ahora, la agricultura se encuentra al inicio de otra gran revolución, en cuyo epicentro se encuentran los datos y la conectividad. La inteligencia artificial, las analíticas de datos, los sensores conectados y otras tecnologías emergentes podrían aumentar aún más el rendimiento, mejorar la eficiencia del agua y de otros productos, y fomentar la sostenibilidad y la resiliencia de los cultivos y de la cría de animales. Sin embargo, sin unas sólidas infraestructuras de conectividad, nada de esto es posible. Si la conectividad se implementa con éxito en la agricultura, el sector podría añadir 500.000 millones de dólares de valor adicional al Producto Interno Bruto (PIB) global en 2030. Esto supondría una mejora de entre el 7 y el 9% del total previsto y aliviaría gran parte de la presión actual sobre los agricultores. Es uno de los siete sectores que, impulsados por la conectividad avanzada, aportarán entre dos y tres billones de dólares de valor adicional al PIB mundial en la próxima década.
