Fecha de publicación: Febrero de 2019
Número de páginas: 52
El informe señala que la Inteligencia Artificial (IA) puede utilizarse en una amplia gama de sectores y situaciones económicas para contribuir a la gestión del impacto ambiental y del cambio climático. Las redes de energías renovables distribuidas, la agricultura de precisión, las cadenas de suministro sostenibles, la vigilancia y el cumplimiento de la normativa medioambiental o la mejora de la predicción y respuesta ante desastres y fenómenos meteorológicos son ejemplos de aplicación de esta tecnología. En el informe se presenta un modelo del impacto económico de la aplicación de la IA para la gestión del medio ambiente en cuatro áreas: agricultura, agua, energía y transporte. Se estima que el uso de la IA para aplicaciones ambientales podría contribuir con una cifra de hasta 5,2 trillones (americanos) de dólares a la economía mundial en 2030, lo que representa un aumento del 4,4% en relación con la situación actual. En paralelo, la aplicación de la IA estaría en condiciones de reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en un 4% en 2030, equivalente a la suma de las emisiones anuales en ese año de Australia, Canadá y Japón. Al mismo tiempo que mejora la productividad, la IA podría crear 38,2 millones de nuevos puestos de trabajo netos a nivel global, ofreciendo ocupaciones más cualificadas como parte del proceso global de cambio.